La oferta

Hoy he tenido una entrevista de trabajo, de algo de lo mío. La verdad es que hasta el momento X todo fue muy bien, el director me pareció agradable y muy correcto y la que sería mi jefa me gustó desde el primer momento.
Descripción de mi persona, de qué había hecho, tal y que cual, descripción del puesto en sí, todo muy bien y muy bonito, horario estupendo, sin fines de semana, yo ya estaba en las nubes -ilusa que es una.
De repente, todo se volvió feo. Me preguntaron si estaría interesada en un tironcinio, que no es otra cosa sino unas prácticas remuneradas. ¿Mandeeeee? -Sí, ya que usted no tiene la experiencia deseada en este preciso campo, habíamos pensado en ofrecerle ese tironcinio. Habían pensado, me dice el tío. Yo había pensado que me tocara la lotería, pero no se si ella estará de acuerdo.
Lo que no me queda claro es ¿para qué me han llamado si no tengo la experiencia deseada?
Porque lo mejor del tironcinio es su retribución: de 500 a 600 euros que están pensando en ofrecerme, en vez del sueldo completo durante los primeros 6 meses. Yo no sé cómo no se les cae la cara de vergüenza a algunos, sinceramente. Llevo años trabajando, hablo 4 idiomas perfectamente, valgo lo mismo para un roto que para un descosío, no doy un problema, soy eficaz... En fin.
Lo peor del asunto es que no tengo otra cosa a la que agarrarme ahora, así que estoy pensando venderme por 500 cochinos euros al mes.
Continuará.

Lucky me!

Y no, no hablo del horripilante tatuaje "Lucky you" que se hizo Scarlett Johansonn hace unas semanas (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/07/gentes/1352317502.html), hablo de mí misma.

El hecho de no tener un trabajo hace que tenga mucho tiempo libre (más del que quisiera) para auto compadecerme, cosa que de vez en cuando hago (y muy bien, por cierto) y llorar sobre mi mala suerte laboral. En esas andaba yo un día (hace dos, sin ir más lejos) cuando de repente me dí cuenta de algo que algunos familiares me han repetido en las últimas semanas: la suerte que tengo.

Y no, no es que me haya tocado la lotería, ganado un coche o ligado a un millonario. Tengo suerte porque estoy viva, porque las personas que me importan tienen salud, porque mi familia me adora y yo a ellos, porque no tengo una hipoteca que pagar ni niños que mantener, porque he tenido la suerte de vivir en 4 países desde que salí de España, la suerte de conocer a mucha gente que ha pasado a ser parte de mi vida, a otros muchos que aunque no hayan sido tan relevantes han jugado parte importante en ella en cierto punto y sobretodo porque tengo a mi lado a la mejor persona que podría pedir y que él sí que tiene un buen trabajo.

Por eso no puedo quejarme, porque tengo una casa, comida, no duermo debajo de un puente, puedo ir a casa y de vacaciones casi casi cuando quiero y por eso y por muchas más cosas he de dar gracias a la vida.

Por favor, si me oís quejarme, dadme una colleja virtual o haced que relea estas líneas. Y recordad que a veces es necesario pararse durante un segundo y ver lo afortunados que somos.

Aún vivo!

No tengo excusa para haber dejado de lado el blog durante más de un año!
Pido disculpas a mis tres o cuatro lectores por esta tardanza, por este secano blogueril y por esta dejadez. No voy a prometer tampoco mucho porque luego sé lo que me pasa, que me lío y no publico.

Desde Octubre de 2011 han pasado muchas cosas en mi vida: nos mudamos de Escocia a Italia, más concretamente a Bologna, ciudad que me encanta y que espero poder mostraros poco a poco.
También, desde que llegamos, estoy activa y desesperadamente buscando empleo. Cualquier empleo. He llegado a suscribirme a ofertas de lo más variopinto y sólo he tenido 2 entrevistas. Justamente la semana pasada recibí el "hemos seleccionado al otro candidato", coincidiendo con un momento anímico regular, viendo el panorama. Pero esta semana la encaro positivamente, ellos sabrán lo que se pierden, hombre ya.

Me he hecho más cocinitas. En los últimos meses el escaso movimiento del mercado laboral ha hecho florecer en mí un espíritu cocinero e inventivo sin precedentes. Oye, y el churri encantado de la vida. La verdad es que me relaja muchísimo cocinar y me gusta estar sola en la cocina, sin que me mareen o me interrumpan. Adoro leer  www.cocinandoentreolivos.blogspot.es y webosfritos.es
Sin embargo, he dejado de lado el punto de cruz, y no puede ser.

De repente me he vuelto una ferviente admiradora y seguidora de blogs de maquillaje y chorradas. No me averguenza decirlo, me paso horas viendo a esas chicas haciendo maravillas con las sombras de ojos mientras que yo hago Ecce Homos al intentar imitarlas.

Ahora, después de 28 años, me gusta el color rosa. Llevaba un par de años que si sí que si no, con sospechas por parte de mi media naranja de que a mí si que me gustaba el rosa. Pues si, me gusta el rosa, después de años detestándolo. Eso sí, jamás me gustará el morado.

Lo dicho, voy a ser una mujer de provecho y hacer de éste un blog respetable.

A ver cuánto dura.