jueves, 29 de julio de 2010

¿A que debe oler un baño?

Recuerdo con tristeza y nostalgia el baño de casa de mi abuela, con su olor a lejía, a limpio, a España.

Y lo recuerdo con nostalgia porque hace ya tiempo que no lo huelo. No es que en Escocia la lejía sea un bien escaso, es que estoy obligada a camuflar ese olorcillo a limpio con ambientadores varios y colonia Nenuco "Made in Spain".
¿Que quién me obliga a camuflarlo? Mis compañeras de casa, las gabachas.

Cuando en la última rota vi que me tocaba el baño a mi, se me escapó un "Ay, perfecto, apunto la lejía en mi lista de la compra". Fatal error. Las gabachas abrieron la boca al unísono y espantadas me dijeron que cómo me atrevía a usar lejía para el trono, que luego poníamos las posaderas encima y que eso era una aberración.
Entonces se me vino a la cabeza una leve pregunta: ¿Con qué habían estado limpiando estas dos el baño cuando era su turno?
Evidentemente no me pongo a espiar a la gente cuando limpia el baño para comprobar los productos empleados, pero esperaba/me suponía que era algun tipo de lejía perfumada o Pato WC, pero las hijas de la república me sacaron su producto estrella..
Unas toallitas "antibacterianas"!

Desde entonces, aprovecho cuando no hay nadie rondando el baño (bueno, menos ahora, que llevamos tres semanas de obra y la casera sin prisa) y echo un chorro de lejía bien generoso, acompañado de unas gotas de Nenuco, vaya a ser que lo huelan y me tilden de higiénica.

Y menos mal que la china ya se ha ido.. Si las francesas hacen eso, no quiero imaginarme cómo limpiaba el baño la niña de la gran muralla.