Joshua Radin

El 24 de abril, si mal no recuerdo, fui a ver a Joshua.
Joshua no es mi amigo, ni mi amante, ni mi novio. Es LA voz. Lo descubrí gracias a una de mis series, Scrubs.
Un mes antes, no sé cómo, la verdad, acabé en su página web y vi ¡Oh, sorpresa!, que tocaba en Edimburgo. Raudas y veloces, mi compi de piso, de aventuras y de vida y yo, compramos las entradas.

Ahi estábamos como quinceañeras en primera fila en el concierto, que fue en el Bongo's. Era una sala pequeñita y seríamos unas 200 personas, según mis cálculos (soy de ciencias sociales, así que los cálculos pueden estar equivocados. Bueno, seguro que están equivocados).
¿Qué decir del concierto? Que nos encantó Joshua. La voz en directo es genial, la banda que lo acompañaba, estupenda y las coristas, una monería de niñas! De hecho luego estuvimos hablando con una de ellas en el cuarto de baño, con foto incluida (sí, también en el baño, que aquí una tiene mucho glamour).
Y nada, que estoy deseando volver a ver a Joshua, no sólo porque está pa mojar pan (morenito, con pelito en pecho, gracioso, sonrisa bonita), sino porque me lo pasé genial.

http://www.youtube.com/watch?v=cHlf08yTPiU

La vaga redomada.

Soy un desastre con patas, lo sé. No puedo pretender tener un blog si luego a la mínima se me olvida, pero es que tener vida social, ser mujer trabajadora y amante de la siesta es lo que tiene, que algo tienes que dejar de lado.
Mira que me paso horas leyendo blogs, periódicos, tonterías en general, y siempre digo "tengo que escribir en el blog", pero ese momento nunca llega. Hasta ahora!

Fui a España a principios de mayo, una escapadita que me vino genial, para ver a algunos amigos (siempre quedan algunos por ver), comer cositas ricas de mi abuela -no tanto de mi madre, que la pobre lo intenta, pero se le da mejor la repostería-, ver el sol y en definitiva, re-malagueñizarme, que como dice mi amiga Alicia, se me está poniendo cara de guiri.
Ahora está el gran dilema, ¿qué hacer la próxima vez que tenga días libres? Sí, tengo ganas de ver a mi gente, obvio, pero también tengo una larga lista de gente a la que visitar y ciudades que quiero ver, y si cada vez que tengo 3 días me planto en Málaga, pues mi lista de destinos se queda estancada.

Hace un par de semanas, estuve al sur de Escocia, a unas dos horas en coche de Edimburgo, viendo castillos y abadías.. Me parece precioso a la vez que sorprendente encontrarte en mitad de un prado o de la nada, en su defecto, una construcción de hace 1000 años. Sólo fue un día, pero ayuda a desconectar un poco de la ciudad, del trabajo, del estrés (aunque yo estrés tengo más bien poco) y del ruido. Me gusta perderme, que el GPS no funcione, descubrir caminitos, ver campo, sobretodo si es en buena compañía. Tuvimos suerte y ese día hacía sol y algo de calorcito, sin duda, para que fueramos acostumbrandonos al calor, porque vaya 4 días de calina que hemos pasado!

Yo, sinceramente, más feliz que una perdiz. Me cogía mi libro, me sentaba en cualquier lugar con más de 3 metros cuadrados de hierba y hala, a disfrutar, que aquí no se sabe cuando se esconderá el sol. Algo de colorcillo pillé.. Colorcillo que ya empieza a ausentarse, pero menos es nada, lo que no voy a hacer es ir a los rayos uva o echarme autobronceador de ese que se te queda a parches. Ya lo hice cuando vivía en París y tuve que ir un día al curro en manga larga para que la gente no creyera que estaba enferma, porque me dejé cada manchurrón que daba susto mirarme!

Por ahora creo que es todo, aunque sospecho que no me lee ni el tato, intentaré ser mas constante en cuanto a entradas!

=)